martes, 7 de julio de 2009

Una historia de inmigrantes...

El éxodo de los alemanes comienza con el manifiesto promulgado por la Zarina Catalina II, en el cual los invita a poblar la zona del Volga, con la fundación de Colonias ( Kolonisten) en la frontera que marcaba el río y poblar con colonizadores permanentes y poder de esta forma conseguir la estabilidad en esa región sin desarrollar y además poner un freno a las invasiones de los bárbaros.Las márgenes del río Volga son totalmente diferentes, el lado que corresponde al oeste es una zona de serranías y era conocido como el Bergside, y el lado este del río, muy distinta de la parte oeste, una zona de tierras bajas, conocida como la Wiesenside.En Rusia los alemanes del Volga vivían en pueblos pequeños- Colonias – donde cultivaban sus tierras que estaban en las cercanías de la colonia.Ellos trabajaban sus pequeñas parcelas de las cuales obtenían la mayoría de los alimentos y en conjunto la comunidad trabajaba en las tierras de la colonia.Todas las colonias tenían almacenes generales, no como los conocimos nosotros, sino que por lo general eran mucho más pequeños, donde sus habitantes podían conseguir te, café, azúcar, harina, y algunas prendas de vestir, ropa de trabajo y algunos otros artículos necesarios para la colonia.
La zarina Catalina, de nacionalidad alemana, emitió una proclama ofreciendo los terrenos del país para inmigrantres, principalmente procedentes de Alemania. Al tener poca aceptación la primera proclama, se dio inmediatamente otro manifiesta con la misma finalidad el 22 de julio de 1763, ofreciendo completa libertad y plenos derechos, lo cual significaba que los futuros pobladores podían conservar la religión y su idioma, tener escuelas propias, ejercer sin control del estado ruso la administración de las colonias, sus sociedades, su justicia, etc, con el derecho a vivir agrupados en colonias para una mejor defensa.Aparte de las ventajas señaladas, quedaban libres de la obligación del servicio militar, no solamente los inmigrantes como tales sino también sus descendientes por tiempo indeterminado. Al saber que en la población alemana había interés por instalarse en el Volga, fueron enviados emisarios rusos, a fin de proponer a las familias las ventajas señaladas y persuadirlas o inducirlas para radicarse en Rusia.Considerando todo el proyecto de la zarina, comprendieron los futuros emigrantes que podrían vivir en un estado completamente independiente dentro de otro estado: el Estado de las Colonias Alemanas dentro del Estado Ruso”.
Por la nefasta guerrra que se prolongó por espacio de treinta años (1618-1648), y que tuvo la desastrosa consecuencia de reducir los 25.000.000 de habitantes que entonces poblaban la nación alemana a la exigua cantidad de 4 millones, quedando el país en una ruina total. También por la guerra de los siete años (1756-1763) que fue tan caótica que niveló la población igualándola en una misma y única categoría, la de pobreza y miseria.Esta guerra de los siete años fue causal decisiva en nuestra historia temeraria: sus consecuencias funestas quebraron la resistencia física y moral de nuestros antepasados. Cuando la lucha estaba aún encendida, ya los nuestros iban dejando su querido suelo y buscaban la paz en otra elejada región del orbe. Casi toda Europa estaba invadida por la fiebre de la emigración. No podía entonces causar extrañeza el éxito que lograron los agentes del imperio ruso, enviados para provocar la decisión de muchos alemanes a fin de que se trasladaran a aquel país.Llegada de los alemanes del VolgaAsí, desde 1764 a 1767, un numeroso contingente de alemanes decidió fijar su residencia en territorio ruso con la segura esperanza, dadas las promesas formuladas, de disfrutar una vida más tranquila y más cómoda. Por lo tanto, desde distintos puntos se iniciaron movimientos de traslado, predominando los habitantes del Rhin, Baviera, Baden, Schwaben, etc. quienes a través de Lübeck y el famoso corredor polaco de Danzig hasta San Petersburgo, marcharon a Rusia para instalarse definitivamente en las dos margenes del caudaloso Volga.

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